domingo, 22 de abril de 2018

Las mujeres en la Guerra civil

El papel de la mujer en la guerra de 1936 fue diferente según en la zona que estuvieran o el bando que ocuparan. En el bando republicano la mujer gozó de cierta libertad y emancipación; en el bando golpista predominó el papel catolico y machista.

Hay que tener en cuenta, que en la España de los años la tasa de analfabetismo era muy alta, pero en la mujer más que en el hombre.

En el bando republicano muchas mujeres lucharon en el frente, jóvenes milicianas vestidas con mono azul y fusil en mano contra el fascismo. Caridad Mercader, Rosario Sánchez "La dinamitera" y muchas mujeres anónimas con ideas socialistas, comunistas, repúblicanas y también católicas. Destacó la asociación de mujeres libres, de ideario anarquista.

También trabajaron en las fábricas, en servicios sociales y como maestras en la retaguardia.

En la política sobresalió la anarquista Federica Montseny, Dolores Ibarruri, Margarita Nelken, Victoria Kent o Lucia Sánchez. Algunas mujeres venian del extranjero, como las Mamás Belgas y luego en la 2ª guerra mundial algunas de ellas acabaron muriendo en los campos de exterminio nazis.

En el bando golpista, el papel de la mujer fue catalizado por la "Sección femenina" creada en 1934 por jose Antonio Primo de RIvera y dirigida por su hermana Pilar. La doctrina sobre la mujer muy parecida al del NacionalSocialismo alemán, las 3 Ks :
Kinder, Küche, Kirche...niños,cocina e iglesia...la mujer perfecta, casada, ama de casa y sumisa.

Información sacada en parte del libro ¿Qué fue la Guerra civil? de Fernández Liria y Casado Arenas. Viñetas de dicho libro.

sábado, 14 de abril de 2018

La República Española el único país que dijo NO a los Juegos Olímpicos de Hitler

La República Española el único país que dijo NO a los Juegos Olímpicos de Hitler



Artículo: Simone Renn – @SimoneRenn
2016 fue un año muy significativo para España, pues se cumplió el 80 aniversario del inicio de la Guerra Civil Española, pero también lo fue a nivel internacional, pues tuvo lugar el 80 aniversario de un hecho que empequeñeció al mundo: la celebración de los Juegos Olímpicos de Hitler, conocidos como los “Juegos de la vergüenza”.
A pesar de que los gobiernos de diferentes países, con presencia en el Comité Olímpico Internacional, se pronuncian para llevar a cabo un boicot de los Juegos Olímpicos de Berlín que se celebrarán del 1 al 16 de agosto, solamente el Gobierno del Frente Popular de la República Española se mantiene firme en su rechazo a la celebración de dichos juegos, y además apoya la organización de la Olimpiada Popular de Barcelona, que se planifica para que tenga lugar del 19 al 26 de julio de 1936.
La Olimpiada de Barcelona constituye una alternativa a los Juegos Olímpicos nazis, y nace con el objetivo de recuperar el verdadero espíritu olímpico, la paz y la solidaridad entre las naciones, que se niega en los Juegos de Berlín, con la “complicidad pasiva” del COI (Comité Olímpico Internacional) y la mirada hacia otro lado de los gobiernos de las supuestas grandes democracias, que minimizan los criminales hechos que el gobierno nazi lleva a cabo en Alemania contra los opositores al régimen y contra los que no pertenecen a la raza aria, y los incumplimientos del Tratado de Versalles.
En la Olimpiada Popular de Barcelona se consigue la inscripción de unos 6.000 atletas que provienen de 23 naciones, y que son contrarios a la Olimpiada de Hitler.
Las delegaciones de Estados Unidos, Francia, Países Bajos, Bélgica, Checoslovaquia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Argelia son las más numerosas. También hay equipos representando a los alemanes e italianos exiliados, que han huido de la persecución a la que son sometidos en sus países.
El 17 de julio tiene lugar el levantamiento de un grupo de militares rebeldes en Melilla, el 18 de julio en la mayoría de las ciudades españolas y el 19 de julio en la ciudad de Barcelona. Esto obliga a que la Olimpiada se deba suspender.
La singular coincidencia de fechas entre el levantamiento en España y la programación de la Olimpiada de Barcelona, hace que no se pueda llevar a cabo la que hubiera sido la afrenta internacional más directa al régimen nazi y, quién sabe, si ello hubiera supuesto el despertar que lograra que no tuviese lugar la II Guerra Mundial.
El fracaso del golpe de estado desemboca en la mal llamada Guerra Civil Española, pues los generales golpistas cuentan desde el principio con la ayuda de efectivos militares y tropas profesionales de la Alemania nazi, con fascistas de los gobiernos de Italia y Portugal y con el llamado Ejército de África, compuesto por la Legión Extranjera y las tropas indígenas de Marruecos mandadas por oficiales españoles.
Mientras el pueblo español es masacrado, el 1 de agosto se inauguran los Juegos Olímpicos de Berlín presididos por Hitler, con el beneplácito del Comité Olímpico Internacional y la participación de  3.963 deportistas de 49 países.
Juegos Olímpicos de Hitler versus Olimpiada Popular de Barcelona

miércoles, 4 de abril de 2018

STALIN, CHURCHILL Y TRUMAN HABLAN SOBRE FRANCO Y ESPAÑA, POTSDAM, JULIO DE 1945




Aquí tenéis la conversación de los lideres ganadores de la II GMundial, se toca el tema de Franco y su régimen simpatizante de los derrotados Hitler y Mussolini. Los que podían haber intervenido para acabar con la dictadura, miraron a otro lado...venía la Guerra Fría.

STALIN: Es necesario examinar la cuestión del régimen de España. Nosotros los rusos consideramos que el presente régimen de Franco en España fue impuesto por Alemania e Italia y que entraña grave peligro para las naciones unidas amantes de la libertad. Opinamos que será bueno crear condiciones tales que el pueblo español pueda establecer el régimen que elija.
CHURCHILL: Estamos debatiendo aún las cuestiones que incluir en la agenda. Convengo que la cuestión de España debería ser comprendida en ella.
el día 19 de Julio cuando el tema de España estaba en la orden del día.
TRUMAN: Does the Generalissimo wish to speak on the question?Desea el generalísimo hablar sobre la cuestión.
STALIN: Se han distribuido copias de la propuesta. No tengo nada que añadir a lo que allí se expresa.
CHURCHILL: Señor presidente, el gobierno británico siente odio contra Franco y su gobierno. Donde veo alguna dificultad en adoptar el borrador propuesto por el Generalissimo es su punto primero que trata de la ruptura de toda relación con el gobierno de Franco, que es el gobierno de España. Creo que, considerando que los españoles son orgullosos y más bien sensibles, semejante medida causaría el efecto de unir a los españoles en torno de Franco, en vez de apartarlos de él. […] Por lo que toca a los países que han sido liberados en el curso de la guerra, no podemos permitir que se establezca en ellos un régimen fascista o tipo Franco. Pero aquí tenemos un país que no tomó parte en la guerra, y por eso es por lo que soy contrario a interferir en sus asuntos internos. El gobierno de su Majestad necesitará debatir muy detenidamente esta cuestión antes de decidir romper relaciones con España.
TRUMAN: No tengo ninguna simpatía al régimen de Franco, pero no deseo tomar parte en una guerra civil española. Ya estoy harto de guerra en Europa. Nos alegraríamos mucho de reconocer otro gobierno en España en vez del gobierno de Franco, pero pienso que es una cuestión que ha de resolver la propia España.
STALIN: ¿Es decir que no habrá cambios en España? […] No estoy proponiendo ninguna intervención militar, ni que desencadenemos una guerra civil en España. Deseo solamente que el pueblo español sepa que nosotros, los dirigentes de la Europa democrática, adoptamos una actitud negativa respecto al régimen de Franco. A menos que lo declaremos así, el pueblo español tendrá motivo para pensar que no somos contrarios al régimen de Franco. Podrán decir que, dado que hemos dejado en paz al régimen de Franco, esto significa que lo apoyamos. La gente entenderá que hemos aprobado, o dado nuestra bendición tácita, al régimen de Franco. Esto constituye un grave cargo contra nosotros. No me agrada estar entre los acusados.
CHURCHILL: Ustedes ya no tiene relaciones diplomáticas con el gobierno español y nadie podrá acusarle de lo que dice.
STALIN: Pero lo que si tengo es el derecho y la posibilidad de plantear la cuestión y resolverla. Todo el mundo cree que los tres grandes pueden resolver estas cuestiones. Yo soy uno de los tres grandes ¿Es que no tengo derecho a decir nada sobre lo que está pasando en España acerca del régimen de Franco y el grave peligro que representa para el conjunto de Europa? Cometeríamos una grave falta si ignorásemos esta cuestión y no dijéramos nada sobre ella.
CHURCHILL: Todo gobierno es dueño de expresar sus ideas por su cuenta. Nosotros tenemos antiguas relaciones comerciales con España, que nos proporciona naranjas, vino y otros productos a cambio de nuestras propias mercancías. Si nuestra intervención no diera los frutos deseados, yo no querría que este comercio padeciera daño. Pero, al propio tiempo, comprendo totalmente a actitud adoptada por el Generalissimo Stalin. Franco tuvo el valor de enviar su división azul a Rusia, y entiendo muy bien la posición rusa. España, empero, no nos ha hecho nada a nosotros, ni siquiera cuando podía hacerlo en la bahía de Algeciras. Nadie duda que el Generalissimo Stalin odia a Franco y opino que la mayoría de los británicos comparte su pensar. Sólo deseo subrayar que nosotros no hemos sido perjudicados por él por ningún concepto.
STALIN: No es cuestión de perjuicios. Por lo demás, creo que Inglaterra también ha sido perjudicada por el régimen de Franco. Durante mucho tiempo, España puso su costa a la disposición de Hitler para que la usasen sus submarinos. Puede usted decir, por tanto, ha sufrido daños causados por el régimen de Franco en una forma u otra. Pero no deseo que este asunto se valore desde el punto de vista de algún perjuicio. Lo que importa no es la división azul, sino el hecho de que el régimen de Franco es una amenza grave para Europa. Por eso es por lo que creo que se debe hacer algo contra ese régimen. Si no es adecuada la rotura de relaciones diplomáticas, no insistiré en ella. Pueden encontrarse otros medios. Sólo tenemos que decir que no simpatizamos con el régimen de Franco y que consideramos justa la exigencia de democracia por parte del pueblo español; sólo tenemos que indicarlo y no quedará nada del régimen de Franco. Yo se lo aseguro. Propongo que los ministros de asuntos exteriores debatan si se puede encontrar otra forma más suave o flexible para hacer patente que las grandes potencias no apoyan al régimen de Franco.
TRUMAN: Me parece bien. Convengo en pasar el asunto a los ministros de asuntos exteriores.
CHURCHILL: Debo oponerme a esto. Creo que este es un asunto que debe ser resuelto en esta reunión.
STALIN: Claro que lo resolveremos aquí, pero que los ministros puedan examinarlo antes.
TRUMAN: Yo tampoco me opongo a pasar el tema a los ministros para su examen preliminar.
CHURCHILL: No lo considero conveniente, porque es un asunto de principios, es decir, de interferencia en los asuntos internos de otros países.
STALIN: Esto no es un asunto interno. El régimen de Franco es una amenaza internacional.
CHURCHILL: Todo el mundo puede decir esto del régimen de cualquier otro páis.
STALIN: No, no hay ningún régimen en país alguno como el de España. No queda régimen como ése en país alguno de Europa.
CHURCHILL: Portugal también podría ser condenado por tener un régimen dictatorial.
STALIN: El régimen de Franco fue instaurado desde el exterior, por medio de la intervención de Hitler. Franco se comporta de manera provocadora y da asilo a nazis. Yo no planteo ningún problema acerca de Portugal.
(…)
United States Department of State / Foreign relations of the United States : diplomatic papers : the Conference of Berlin (the Potsdam Conference), 1945, Volume I y II (1945)
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