No era el primer asesinato , ni el primer atentado, hubo otros a lo largo del XIX y principios del XX....jefes de gobierno asesinados después de Prim vinieron Cánovas, Canalejas o Dato; atentados sufrieron varios incluidos Amadeo de Saboya o Alfonso XIII.
Pero el de Juan Prim es quizás el magnicidio contemporáneo 'made in Spain' del que a día de hoy no se sabe claramente quien o quienes lo cometieron.
Si al de Kennedy todavía le siguen dando vueltas, el de Prim tiene unas cuantas o diría que varias más.
Basándome en la construcción en artículos como el de Fátima Uribarri o Fátima de la Fuente os cuento la historia, los sospechosos y las últimas teorías.
Aquí un par de vídeos sobre las últimas teorías
El periodista Bernardo García, director de La discusión, le previene de que ese día lo van a matar. Prim desatiende el aviso (no es el primero que recibe) y continúa con la agenda prevista. Son tiempos especialmente convulsos, es inminente la instauración de una nueva dinastía; tras la revolución de La Gloriosa, que provocó el exilio de Isabel II y llevó al poder a Prim, Amadeo de Saboya ha sido ‘elegido’ rey por el nuevo gobierno y llegará a Cartagena (Murcia) en tres días, el 30 de diciembre.
El Atentado
Prim acude a las Cortes y a la salida se dirige a su residencia, la sede del Ministerio de la Guerra, en el palacio de Buenavista. Sobre las siete de la tarde la visibilidad es mala: nieva en Madrid y el alumbrado público no es potente. Al poco de entrar en la calle del Turco (hoy, calle del Marqués de Cubas) el cochero de la berlina del presidente se sobresalta y tira con fuerza de las riendas cuando observa que unos carruajes cruzados en la calle le impiden el paso.
Todo sucede deprisa, unos hombres se abalanzan sobre el vehículo. Abren la portezuela y descerrajan hasta cinco disparos sobre Prim. Los trabucos, de boca ancha, a poca distancia hacen mucho daño: el presidente queda herido en el hombro y el brazo izquierdo; tiene atravesada la palma de la mano derecha y ha perdido el dedo anular. Pero parece que sus órganos vitales están intactos.
Se acuerda transmitir la idea de que se repondrá, porque parece que eso es lo que sucederá. Los días 28 y 29 los pasa relativamente bien. Pero el 30 lo invade una fiebre alta. Llaman al doctor Sánchez de Toca, pero ya es tarde: una infección letal acaba con su vida. Prim fallece el 30 de diciembre de 1870, entre las 20 y las 20.15 horas, el mismo día de la llegada de Amadeo I de Saboya, el rey que él quiso para España.
Hasta aquí la versión oficial.
Todo sucede deprisa, unos hombres se abalanzan sobre el vehículo. Abren la portezuela y descerrajan hasta cinco disparos sobre Prim. Los trabucos, de boca ancha, a poca distancia hacen mucho daño: el presidente queda herido en el hombro y el brazo izquierdo; tiene atravesada la palma de la mano derecha y ha perdido el dedo anular. Pero parece que sus órganos vitales están intactos.
Se acuerda transmitir la idea de que se repondrá, porque parece que eso es lo que sucederá. Los días 28 y 29 los pasa relativamente bien. Pero el 30 lo invade una fiebre alta. Llaman al doctor Sánchez de Toca, pero ya es tarde: una infección letal acaba con su vida. Prim fallece el 30 de diciembre de 1870, entre las 20 y las 20.15 horas, el mismo día de la llegada de Amadeo I de Saboya, el rey que él quiso para España.
Hasta aquí la versión oficial.
¿Quién o Quienes fueron?
A Prim le sobraban los enemigos.
En cuanto a los autores materiales, diversos indicios apuntaron durante mucho tiempo a José Paúl y Angulo -que además se marchó de España cuando pasó esto-, un jerezano que había contribuido al pronunciamiento de Prim en 1868, pero que luego, como exaltado republicano, lo atacó violentamente y llegó a amenazarlo de muerte en su periódico semanas antes del asesinato. En el sumario judicial se recoge que Prim reconoció a Paúl en la voz que gritó «¡Fuego!» cuando iba en su carroza en la calle del Turco. Cabe señalar que la oposición de los republicanos federales a Prim se había radicalizado conforme parecía tomar forma el modelo de monarquía constitucional impulsado por éste, y de hecho circulaban rumores de que estaban preparando una insurrección que estallaría en cuanto el duque de Aosta desembarcara en España.
José Paúl y Angulo
Al tiempo que algunos políticos, como Cánovas del Castillo, veían en el atentado un signo indudable de que España iba al caos, prendía la polémica sobre quién había matado a Prim, polémica que no ha cesado desde entonces.
Aun en el caso de que el atentado fuera ejecutado por el grupo de Paúl, cabe también la posibilidad de que existiera algún otro inductor o financiador. Se ha hablado a este respecto del general Serrano, político revolucionario enemistado con Prim, o, más verosímilmente, del duque de Montpensier, el príncipe de la casa francesa de Orleans que había colaborado en el pronunciamiento de 1868 y había optado al trono español, expectativa frustrada tanto por su implicación en un duelo con resultado mortal como por las maniobras del general reusense.
Descubrimientos y momias
Tras la muerte de Prim, su cuerpo fue embalsamado y, pasado el funeral, se depositó en un mausoleo en el Panteón de Hombres Ilustres de la basílica de Atocha, de donde en 1971 fue trasladado a Reus, su ciudad natal. En 2012, dentro de la programación para celebrar el segundo centenario del nacimiento de Prim, un equipo científico analizó la momia y halló indicios de que el general no había muerto de sus heridas, sino de un estrangulamiento. Esta sorprendente teoría fue desmentida un año más tarde por un nuevo análisis a cargo de un equipo de la Universidad Complutense, que ha confirmado las conclusiones de los médicos que trataron al general.
Aquel examen a la momia de Prim en 2012-2014, además de revelarnos que el general tenía el pelo castaño, que perdió un diente post mortem o que los embalsamadores le colocaron dos ojos artificiales de vidrio, han documentado las diversas heridas que sufrió por el atentado. La más grave de ellas se localizó en el hombro izquierdo, donde en efecto se encuentra un orificio de 2,5 por 1,5 cm que entra en el cuerpo con una inclinación de 15º hacia arriba.
Los autores del análisis de 2012 observaron en la momia de Prim "un surco que parte desde la parte posterior del cuello y presenta continuidad hasta la zona delantera" (a la izquierda), lo cual "sería compatible con un estrangulamiento a lazo". Sin embargo, el informe de 2013 concluye que el surco del cuello se produjo post mortem, a causa de la presión por elementos de la vestimenta.
Es decir, Teoría del estrangulamiento cierta o no, parece ser que ahora el que más lejos está de participar fue el diputado Paúl y Angulo, las sospechas nos quedan más cerca de Serrano o Montpensier. Aún así, no podemos asegurar nada y dudo que alguna vez se sepa. Esto ya es una opinión personal, pero estudiada la historia de España y la contemporánea no sería de extrañar que el asesinato saliera de gente muy cercana a Prim. Después de ver la película del asesinato en la calle del Turco...¿Por quién apostaríais?
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