Pues no, no es una orden para que empiece la clase, al menos porque la mayoría de los profes somos más educados y menos golpistas que el autor de esa celebre frase de nuestra historia reciente (al menos porque fue escuchada y vista por TV, a saber lo que diría en su momento el general Pavía)
Esta frase es de Antonio Tejero, teniente de la Guardia Civil, que el 23 de Febrero de 1981 le tocó ser el protagonista - y posiblemente marioneta- del último golpe de Estado patrio. Y sí, ya sé que alguno dirá que el gobierno de Tal o el gobierno de Cual también son o eran golpistas...pero vamos, por suerte y con la historia que tenemos, le podremos poner otros adjetivos, pero el golpe de Estado y el Pronunciamiento militar es patrimonio del ejército o la Guardia Civil en los numerosos casos que desde Fernando VII se han dado
Pero empecemos , si te dicen 23F ¿De qué hablamos?
El golpe de Estado de 1981, también conocido como 23-F por su fecha, fue un intento fallido de golpe de Estado perpetrado el 23 de febrero de 1981 por algunos mandos militares en España, encabezados por el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero. De ahí que también se le conozca popularmente como el golpe de Estado de Tejero.
Los episodios centrales fueron el asalto al Palacio de las Cortes por un numeroso grupo de guardias civiles a cuyo mando se encontraba Tejero, ocurrido durante la votación para la investidura del candidato a la presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, del partido UCD, así como la ocupación militar de la ciudad de Valencia en virtud del estado de excepción proclamado por el teniente general Jaime Milans del Bosch, capitán general de la III Región Militar.
Pausa: ¿Milans del Bosch? ¿De qué me suena?, pues este ilustre apellido es el de Javier Milans del Bosh, el señor que manipuló los datos del bombardeo de Guernica por los alemanes (por ejemplo), pero el más famoso de este apellido es Jaime, un militar heroico del bando de Franco que defendió el Alcázar de Toledo en la guerra civil o que fue con la división azul en la segunda guerra mundial a luchar junto al bando de Hitler....y sorpresa, uno de los cabecillas del 23F (Spoiler...se fue de rositas, indultado en 1990)
El golpe se encuentra estrechamente relacionado con los acontecimientos vividos durante la Transición española. Cuatro elementos generaron una tensión permanente que el Gobierno de Adolfo Suárez no logró contener: los problemas derivados de la crisis económica, las dificultades para articular una nueva organización territorial del Estado, las acciones terroristas protagonizadas por ETA y la resistencia de ciertos sectores del ejército a aceptar un sistema democrático.
Los primeros síntomas de malestar en el ejército aparecieron en abril de 1977 con motivo de la legalización del Partido Comunista de España (PCE). En noviembre de 1978 tuvo lugar la desarticulación de la Operación Galaxia, una intentona golpista que planeaba un golpe de Estado contra el Gobierno de Suárez. Su principal responsable, Antonio Tejero, fue condenado a 7 meses de prisión. Tejero protagonizaría años más tarde este golpe del 1981 (tampoco lo vieron venir, como pasó en la II república)
Crisis del Gobierno
La debilidad creciente de Suárez en el seno de su propio partido propició la presentación de su dimisión como presidente del Gobierno y presidente de la UCD el 29 de enero de 1981. Días después se producían incidentes en el país vasco y más acciones de ETA que incrementaron la tensión en la sociedad. Tras una ronda de contactos con los líderes de los partidos políticos, el rey Juan Carlos I designó a Leopoldo Calvo-Sotelo candidato a presidente el 10 de febrero y el día 23 iba a votarse su investidura en segunda votación, ya que la primera fue el día 20 y no prosperó al no contar con mayoría absoluta.
El Golpe
A las 18:00 horas de la tarde del 23 de febrero de 1981 empezaba la segunda votación nominal para la investidura de Calvo-Sotelo y el primer diputado en votar fue José Manuel García Margallo. A las 18:23 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Manuel Núñez Encabo, se inició la Operación Duque de Ahumada, en referencia al fundador de la Guardia Civil. Según el plan trazado, un grupo de 200 guardias civiles, subfusil en mano, irrumpió en el hemiciclo del Congreso de los Diputados encabezados por Tejero.
Éste, desde la tribuna, gritó "¡Quieto todo el mundo!" y dio orden de que todos se tirasen al suelo. Como militar de más alta graduación allí presente y como vicepresidente del Gobierno, el teniente general del Ejército de Tierra Gutiérrez Mellado se levantó, se dirigió a Tejero y le ordenó que se pusiera firme y le entregase el arma. Tras un brevísimo forcejeo de Gutiérrez Mellado con varios guardias civiles, Tejero efectuó un disparo al aire que fue seguido por unas ráfagas de los subfusiles de los asaltantes. El comunista Santiago Carrillo y el ex presidente Suárez se mantuvieron sentados en sus escaños.
A las 19:40 horas, Tejero cogió por el brazo a Suárez, y ambos salieron del hemiciclo. Se dirigieron a una habitación donde Suárez pidió a Tejero que se explicara, pero el golpista le desautorizó. Pasadas las 20:00 horas, otros cinco diputados fueron separados del resto: el vicepresidente del Gobierno, teniente general Gutiérrez Mellado; el líder de la oposición, el socialista Felipe González; el segundo en la lista del PSOE, Alfonso Guerra; el líder comunista, Santiago Carrillo; y el ministro de Defensa y presidente de UCD, Agustín Rodríguez Sahagún.
Poco después de la entrada de Tejero al Congreso y siguiendo el plan previsto, se sublevó en Valencia el Capitán General de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch. Este desplegó la División Motorizada "Maestrazgo", con dos millares de hombres y cincuenta carros de combate, a las calles. Los efectivos se desplegaron desde el puerto de Valencia hasta el centro de la ciudad, donde apuntaban a los edificios institucionales, como el Ayuntamiento o las Cortes valencianas.
El papel del Rey
El controvertido papel del Rey es por hoy todavía una figura de debate histórico. Se da por hecho que la negativa del rey Juan Carlos I a apoyar el golpe permitió abortarlo a lo largo de la noche. El monarca se aseguró mediante gestiones personales y de sus colaboradores la fidelidad de los mandos militares, aunque algunas fueran ambiguas.
A la 1:14 minutos de la madrugada del día 24 de febrero se emitió a través de la primera cadena de TVE un mensaje del rey, vestido con uniforme de Capitán General de los Ejércitos, grabado una hora antes en su despacho del Palacio de la Zarzuela. El monarca se dirigió a la nación para situarse contra los golpistas, defender la Constitución, llamar al orden a las Fuerzas Armadas en su calidad de Comandante en Jefe y desautorizar a Milans del Bosch. A partir de ese momento el golpe se dio por fracasado.
Hacia la 1:00 de la madrugada, Milans del Bosch recibió la llamada del Rey ordenándole retirar las tropas. y obedeció. Sin embargo, Tejero resistió hasta el mediodía del día 24. Hacia las 10:00 horas se permitió la salida de las diputadas del Congreso, a las 10:30, negoció con Armada las condiciones de su rendición. Las condiciones incluían su salida sin la presencia de periodistas y que los guardias de rango inferior hasta teniente no serían juzgados. La Zarzuela dio su conformidad al acuerdo. Este pacto se conoce como el pacto del capó, ya que se firmó sobre el capó de un Land Rover.
¿Qué pasó realmente?
Tras el golpe quedaron algunos interrogantes, especialmente referidos al papel de cada uno de los principales golpistas y especialmente a las intenciones y apoyos de Armada. Fueron condenados a 30 años de reclusión, como principales responsables, Milans del Bosch, Alfonso Armada y Antonio Tejero Molina.
Tampoco ha sido suficientemente aclarado el papel desempeñado por el comandante del entonces denominado CESID, hoy Centro Nacional de Inteligencia, José Luis Cortina, absuelto en el juicio por falta de pruebas, si bien el capitán Gómez Iglesias, un subordinado suyo, fue condenado por organizar la llegada de los guardias civiles asaltantes al Congreso utilizando vehículos, placas de matrícula falsas y equipos de transmisiones pertenecientes a la escuela de agentes operativos del CESID.
Se da por hecho que la identidad secreta del popularmente conocido como 'Elefante Blanco', era el general Armada (otro participante en la GC y la división azul), militar promotor del golpe al que Tejero esperaba en el Congreso de los Diputados para hacerse cargo del gobierno. A las 00.30 de la noche del 24 de febrero el general Armada dió la contraseña a los guardias civiles que custodiaban la entrada al Congreso: "Duque de Ahumada".
En los últimos tiempos, diversos autores, identifican al rey Juan Carlos I con la figura del 'elefante blanco', cuestión que quedará probada o desmentida cuando sean desclasificados los documentos relativos a aquel episodio negro de nuestra joven democracia (ya dijimos en las clases que faltan años para ello y que el exrey Juan Carlos I tendrá 93 años).